Cuando hago la pregunta en mis talleres de cuáles son las cualidades que les gustaría que tuviesen sus hijos, suelen aparecer en primer lugar, que sea buena persona, la nobleza, la honestidad, que sea trabajador…etc., pero la creatividad, no suele aparecer, y si lo hace, no suele aparecer en las primeras posiciones. Pero, ¿por qué no valoramos la creatividad?

Creo que es porque no entendemos bien el concepto y la importancia que tiene en nuestras vidas. Analicemos por un lado qué es tener “creatividad”, significa, capacidad de crear algo, consiste encontrar procedimientos o elementos para desarrollar cosas de manera novedosa, distinta a la tradicional, con la intención de satisfacer un determinado propósito. Si esto es así, y repetimos la misma pregunta del principio, ¿acaso no te gustaría que tu hija o hijo, si se le presenta algún problema, fuese capaz de darle una solución novedosa a su situación para conseguir así su propósito, su felicidad?. La respuesta está clara.

La creatividad además, es algo con lo que ya nacemos, y es una de las cualidades que vamos perdiendo con el tiempo, según estudios nuestra creatividad cuando tenemos menos de 5 años está a un 98%, cuando llegamos a los 10, baja a un 30%, con 15 años se sitúa en un 12%, y una vez que superamos los 30, se reduce drásticamente a tan sólo un 2%.

¿Pero cuál es la razón? ¿Por qué esa pérdida tan drástica de esta habilidad?. Me temo que son varias las razones que agravan esta situación, pero comparto algunas posibles causas:

Por lo tanto, la respuesta está clara, por supuesto que nos interesa respetar la creatividad de nuestros pequeños y tenemos un papel muy importante como adultos en su correcto desarrollo. Y tranquilo, no es una habilidad que hayas perdido por completo y no la vas a poder recuperar, por suerte, juega a nuestro favor la plasticidad del cerebro y si trabajamos por desarrollarla, todo el mundo puede mejorar esta gran habilidad tan subestimada.

Pero, ¿cómo puedo empezar para respetar la creatividad de los mas pequeños y recuperar la mía? Puedes empezar dando pequeños pasos y puedo ayudarte con varias dinámicas que estimulan la creatividad en familia para empezar a practicarlas.

  1. Cuando te proponga tu pequeño cosas a hacer, evita decir el NO automático. Imagínate que estas organizando una fiesta y estas en modo creativo, y la persona que está a tu lado a todo lo que propones te lanza un “eso no se puede hacer”. ¿Cómo te sentirías?, bien, pues eso es lo que siente los más pequeños cuando empiezan a crear y somos nosotros los que anteponemos el no a muchas cosas antes de reflexionarlas. “Toda idea vale”, y que no lo sepamos ver en el momento, no significa que no sea una buena idea. Pongo el ejemplo de Álvaro Bilbao en una de las conferencias que dio sobre creatividad. Él, preguntó a su hija qué cinturón se ponía para dar la charla, si el marrón o el azul, ella le respondió que los dos. Nuestra mente adulta, le hubiese dicho que no se podía, que era una tontería, que dos era imposible que no cabían,…etc. Él se puso los dos finalmente, y se dio cuenta que sí se podían poner, rompió su creencia de que no cupiesen por la hebilla del pantalón, y lo mas importante hizo reflexionar a los asistentes sobre la cantidad de gente que había conseguido mejorar las cosas utilizando 2, en lugar de 1. La hamburguesa doble, los aviones con dos motores, el 2 x 1…etc. Por lo tanto, no subestimemos nunca una idea, e intenta como adulto añadir, SI y además…
  2. Utiliza elementos cotidianos y dales todos los usos que os imágineis que pueden ser posibles. Por ejemplo, una cuchara, ¿esta cuchara sirve también para…?: rascarse la espalda; como espejo para verme lo que tengo entre los dientes; como raqueta de una pelota de pin pong; como monóculo; como micrófono…etc. Os vais turnando, todo vale, así hasta que nos quedemos sin ideas.
  3.  Invéntate historias, muchas veces la comodidad es leer algún cuento que ya tenemos, pero…¿qué tal si nos inventamos uno y somos los protagonistas?. Os animo a que creáis vuestro propio cuento junto. Inventaros un personaje, qué le hace especial, qué problema se encuentra, cómo lo resuelve y qué final tiene la historia.

El mejor regalo que puedes hacer a tu hijo es educarle desde una mente creativa, ayudarle a que vea las cosas de diferentes perspectivas, y se sienta capacitado para encontrar soluciones novedosas. Además, te invito a que sueñes conmigo y veas que mundo nos espera si somos capaces de estimular la creatividad de los más pequeños, qué soluciones van a dar a los problemas que nos encontramos repetitivamente en nuestra vida cotidiana, personas que trabajan en su vocación que no tienen miedo a crear, personas con una mayor inteligencia emocional, con menos estrés y más conectadas con otras personas y con su felicidad y plenitud… Sé, que hay mucho por hacer, pero no perdemos nada por ser creativos y ver las cosas desde otro prisma, y te aseguro que como no solucionamos nada, es haciendo las cosas de la misma manera, por lo que podemos empezar nosotras y nosotros dando el primer paso ¿te atreves a ser creativo en tu vida? ¿Te atreves a ser una Semilla feliz?

No te pierdas el Tercer Volumen de La Semilla Feliz donde trabajaremos la creatividad, lo tendréis próximamente.

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